DIA 12: JUEVES

09:38 «Hola, buen día. Cómo estás?» Los signos de puntuación y las tildes los pongo yo. Escribió todo junto. No puedo creer que me escriba normalmente pretendiendo que en algún momento le responda de la misma forma, y no se, nos juntemos a charlar de la vida o tal vez me explique los por qué de las mentiras, o por qué no pudo parar en ninguno de los momentos donde me ilusionaba con cosas que yo nunca había soñado antes. Momentos en los que hablamos de hijos, hablamos de vivir juntos, hablamos de mil cosas, que solo no sucedieron porque le revisé el celular. Es realmente loco que una acción que yo nunca hubiera avalado en mi vida en otras personas, y menos en mí, sea la que me haya liberado de una vida de mentira. Hoy soy mucho más fuerte de lo que era hace 12 días, hoy sé lo que valgo y sé que no puedo trabajar solo en una relación. Sé que las relaciones que vienen van a ser mejor. Igual me siento solo. Todo el tiempo la soledad. La soledad y yo. Me doy cuenta de que no hay nada más funcional al sistema actual que sentirse solo, estamos de alguna forma entrenados para sentirnos solos y de alguna forma u otra ser cómplices del sistema. Nos enseñan que sentirse solo es malo. Si tenés ideas suicidas, mejor que las hables con alguien, porque te podés sentir solo y tomar decisiones equivocadas. Nos preparan toda la vida para que no estemos solos, para que busquemos no estar solos, en vez de enseñarnos a estar solos. Estar solo, sentirse solo, es parte de la vida. Y es el momento de la vida que me está tocando pasar a mí. Siento que si hay algo que tengo que aprender en este momento es a estar solo y a ser yo al máximo estando solo. Hace doce días que no leo nada. Y siempre pensé que estando solo iba a leer un montón. Iba a ir al parque, iba a sentir el sol en mis cachetes, e iba a leer. Hace más de doce días que no tengo sexo. Y siempre, estando de novio, fantaseaba con la idea de estar soltero y garchar todos los días. En definitiva, en estos 12 días no paro de hacer acciones compulsivas. Chateo con cualquiera, trabajo, veo redes sociales, actualizo los mails, veo redes sociales, mando un mail, controlo una planilla, entro a tinder, todo para no enfrentar el hecho de que estoy verdaderamente solo. Sé que cuento con gente, y sé que puedo pedir ayuda. Pero también sé que cada uno tiene su vida, y sus preocupaciones, con lo cual pasan días en los que nadie me pregunta cómo estoy, en los que todos ya parecen haberse olvidado de lo que me pasó, y está bien. En definitiva somos un conjunto de personas solas, que de vez en cuando interactúan entre ellas. Tal vez el destino de estos escritos, y mi vida en consecuencia, sea encontrar una vida plena en soledad. Tal vez termine encontrando el verdadero placer de tener una vida llena de cosas que me gustan y que elijo. Lo descubriremos con el pasar de los días.